sábado, 18 de febrero de 2012

Adelante


Y mil veces más tendrán que recorrer

la vereda más incierta y perdonar.

Si no les llueven piedras les irá mejor que bien,

ojalá que el sol no deje de brillar.





Por cada momento, de alegría o de tristeza,
que me ha dado fuerzas para seguir creyendo.
Gracias por este tiempo.



.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Un abrazo


Cuando el día se torna de color gris.

Cuando la música no logra tranquilizarme
y hacer que forme parte de ella.

Cuando necesito sentirte cerca.

Cuando es larga la noche
y fría y oscura y no hay luna que alumbre
los sueños que están en mi cama...



¡un abrazo!




A tí, por darme esos abrazos que tanto me reconfortan,
incluso en la distancia.

martes, 23 de agosto de 2011

El hueco en el que anido




Y, como la tierra generosa abraza la raíz
de un frutal encendido, yo te abrazo a tí.


Y abrazo tu ropa, no sé, tus maletas,
tu rostro, tus dudas, tus pies, su huella,
tus manos y hasta tus zapatos,
tu pena, mi castigo,
la curva de tu espalda,



.

domingo, 21 de agosto de 2011

A través de la música


Hace algún tiempo, como todos los años, tenía unas horas a la semana en las que disfrutaba tocando una obra con unos pocos compañeros. Primero fue Schumann y unos meses más tarde Beethoven con una agrupación más reducida de la que tuve suerte formar parte. Hasta el momento no me había percatado realmente de quién tocaba aquel instrumento que en Schumann, por mi papel que desempeñaba en el quinteto, no podía ver, aunque sí escuchar. Por el comienzo de aquel segundo movimiento siempre me pareció una persona con una manera de tocar diferente, dedicando el cuidado que requería cada nota.

Más tarde llegó Beethoven, esta vez un trío de violín, cello y piano. Al ser una agrupación más pequeña, los tres, para comunicarnos, podíamos mirarnos sin problema. De ensayo en ensayo fui escuchándole y observándole cada vez más, ví como la naturalidad y la expresividad que escuché anteriormente de espaldas, en Beethoven seguía intacta. Cuando acabábamos los ensayos, guardábamos nuestros instrumentos y él, seguía sentado al piano, algunas veces para improvisar, le encantaba divertirse de esa manera; y otras para tocar al compositor que más admiraba: J.S. Bach (ahora entendía el nombre por el que se le conocía en internet). La obra me sorprendió oírla al piano. La Ciaccona, obra maestra donde las haya, también yo la estudiaba ese año y me estaba entusiasmando tanto como a él.

Nunca había visto a nadie tocar a Bach de esa manera, con tanto carácter en ese primer acorde y con tanta dulzura en esos acordes mayores que hacen ver la luz. Sólo con tocar estaba demostrando cómo era él.

Me había sorprendido muchísimo y hoy por hoy sigue haciéndolo. Cuando se sienta al piano sigue transmitiendo esa delicadeza que no todos tienen. Hace verdadera música, mucha gente lo piensa, pero sin embargo, es triste que a veces sea él mismo quien no sea consciente de todo lo que puede llegar a conseguir a través de la música.




Los demás ya creemos en tí... ¿Y tú? ¿A qué esperas para hacerlo?





.

martes, 28 de junio de 2011

Deseos



Deseo de cambiar, de buscar nuevos horizontes, nuevos conocimientos, de marcharme allí donde nadie me conozca, de empezar de nuevo en un lugar desconocido donde todo esté por conocer.

Tratar de ser yo misma y esforzarme por aceptar esa persona que soy, sin comparaciones, sin pensar que opinarán de mí, reforzarme en la idea de que puedo conseguir lo que me proponga, de que puedo ser yo misma quien me cuide.

Saber, ante todo, que las horas bajas siempre existirán pero que si uno quiere, no permanecerán.





.

martes, 14 de junio de 2011

Nada se pierde

Cada uno da lo que recibe,
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma;

nada se pierde...

sábado, 19 de febrero de 2011

Tú eres eso





Que pase el tiempo, que mientras tú rías no habrá pena en este mundo que haga sombra a mi alegría, que tú...






.