Llegó el final de la rutina de día a día, de semana a semana. Y su final llegó muy distinto al pensado en un comienzo.
9 meses no son tanto tiempo para cambiar, para levantarte un día y sentir que la vida que hasta ahora llevaste no es la que deseas continuar.
Cambié y hasta el momento tuve suerte, fui fiel a mí misma y aquí estoy, disfrutando de tardes de té y pistachos con música en directo, de sesiones de cine de dibujos animados, de conciertos de orquesta y coro, de bailes de salsa, de mojitos, de momentos de tonterías continuas...
Por lo vivido...
gracias!
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Gracias a ti por acompañarnos en todos esos momentos especiales de Marqués de Corvera.
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